Han finalizado las obras del bidegorri Lezo-Donibane, concluyendo la última fase del proyecto.
Esta mañana el alcalde Mikel Arruti ha inaugurado el bidegorri que une Lezo con Donibane junto al diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, y el alcalde de Pasaia, Teo Alberro.
Las obras del vial GI-3440 que une Lezo con Donibane han finalizado y hoy se ha inaugurado el nuevo tramo de vía ciclista y peatonal. Ha sido financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de fondos FEDER.
Con estos 270 metros se completa el trazado del bidegorri, permitiendo una conexión sostenible, segura y cómoda entre ambos municipios.
El alcalde, Mikel Arruti, ha agradecido "a los ciudadanos que han estado haciendo esta reivindicación y las peticiones para que esta obra se realizara", reivindicaciones imprescindibles para que este tipo de proyectos prosperen. La importancia de la colaboración entre las instituciones también ha sido esencial para llevar a cabo estos trabajos y ha señalado que "la crisis ecológica que estamos viviendo requiere una darle una vuelta a la movilidad actual".
Esta obra se enmarca dentro de la línea de trabajo del Ayuntamiento de Lezo para desarrollar la movilidad y un pueblo cómodo. La movilidad a pie y en bicicleta son las formas más sostenibles y una de las medidas para facilitarlas es mejorar y estabilizar las infraestructuras.
Ha sido la última fase de un largo proyecto, ya que los trabajos de reparación del bidegorri Lezo-Donibane se han llevado a cabo por tramos para poder garantizar la movilidad y el uso del vial. A lo largo de estos años, ha sido imprescindible el trabajo de todos los partidos del Ayuntamiento, el anterior equipo de gobierno inició la primera fase del proyecto y hoy ha finalizado con el actual gobierno municipal.
Garantizar la seguridad ciudadana de ambos municipios ha sido el principal objetivo del proyecto, pero también permitirá a partir de ahora facilitar y fortalecer las relaciones entre los vecinos de Oarsoaldea.
Detalles de la obra
La construcción de este tramo ha estado condicionada por la abrupta orografía del área y la falta de espacios. Para solventar estas dificultades se ha construido una innovadora estructura de hormigón armado en un voladizo sobre el muro de contención existente. Este diseño permite una plataforma de 3 metros de ancho para garantizar la seguridad y comodidad tanto para peatones como para ciclistas.
La obra también ha supuesto la renovación de la capa de rodadura de la carretera, la actualización de la señalización, el drenaje y la iluminación, así como la realización de anclajes bulonados y zonificados para garantizar la estabilidad del talud.